lunes, 5 de abril de 2010

LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS

5. "Alma Phista" _la Fiesta de Todos los Santos
Cuando se acerca el día primero de Noviembre, es necesario prepararse para recibir a las
almas que vienen de visita. Los familiares directos del muerto, obligatoriamente, asumen la
responsabilidad de recibir a sus almas. Dos semanas antes de celebrarse la fiesta, se realiza la
feria tradicional denominada "suni althapi". Bajo el sistema del "trueque" o mediante la
compra con dinero, cada familia se aprovisiona de todo lo necesario para la fiesta.
Generalmente se adquieren productos como: "maná" (maíz tostado), galletas, pan, vino, agua
bendita, panecillos, "quispiñas" (bocaditos de quinua y cal), "tojtos" (picarones), carne, sal,
cebolla, ají, coronas, flores, dulces y, principalmente, la harina para elaborar los "t´anta
wawas" o "turco wawas" que son panes con forma de bebé y otras. Algunos de estos
elementos rituales servirán para preparar la comida, otros para elaborar los objetos rituales
que se pondrán en la tómbola o sobre la tumba de los muertos. Otros elementos servirán para
beber y bendecir con ch´allas la tumba del muerto.
Preferentemente se preparan comidas que le han gustado más al difunto. Decía el señor José
Bailón para explicar esta costumbre: "Cuando uno regresa de la calle, la mujer siempre espera
con una comida que nos gusta. Entonces igual debe pensarse en la comida de los muertos".
El recibimiento de las almas es el momento más trascendental para los aymara. Se cree que
llega el día primero de Noviembre a las doce del día. Por la noche se celebrará el "nakayaña"
o velorio. En esta ocasión se reciben a los resiris para que oren por el alma bendita que ya está
en casa disfrutando la comida, la bebida y otros preparativos que hizo la familia. Los
rezadores a cambio de la oración reciben sus ofrendas consistentes en panecillos, tojtos,
quispiñas, maná y un poco de asado. A las personas mayores, además de la ofrenda se les
invita un vaso de bebida. Al día siguiente _el "despachu uru"_ acostumbran ir a la tumba.
Ante el muerto hacen rezar. Algunos comienzan la oración en la tumba muy temprano, como
a las cinco de la mañana. Dicen que esta hora es muy propicia para las almas de los niños, ya
que ellos tienen que irse temprano, porque en la noche podrían perder el camino o tener
dificultades al regresar al mundo de las almas. A los adultos muertos se hace rezar
aproximadamente a partir de las diez de la mañana y hasta las doce del día, aunque algunos
despachan sus almas más temprano por la mañana. Luego de hacer rezar se invita a los
acompañantes para que visiten la casa de los misayiris (celebrantes), para servirse comida y
bebidas. Se cree que si se hace comer y tomar bien a los visitantes, entonces las almas se
habrán ido tranquilos y felices.

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